jueves, 9 de noviembre de 2017

REFLEXIONES DE LA IMAGEN FOTOGRAFICA COMO HERRAMIENTA MNEMOTÉCNICA Y AURATICA



REFLEXIONES DE LA IMAGEN FOTOGRAFICA COMO HERRAMIENTA MNEMOTÉCNICA Y  AURATICA
Mónica Molina Saldarriaga
Magister en Estética

Ilustración 1
Raoul Hausmann
Dentro del trascurrir de la historia los instrumentos que permiten la creación de imágenes han consentido contribuir en la construcción de la memoria cultural, social e histórica de  los diferentes grupos humanos; fortaleciendo la idea de identidad de los mismos. Es así como en este trasegar la pintura, el grabado y la fotografía han cumplido un papel fundamental como dispositivos para la memoria hipomnésica de las sociedades que se discurren en el lugar y el tiempo posibilitando configurar imágenes que trascienden en el tiempo.

Culminando el siglo XIX es la fotografía,  y  su capacidad de representativa y reproductiva la que le permite posicionarse como elemento de imagen más relevante en la naciente época de la industrialización  “El éxito de la fotografía se debe a la capacidad mecánica de esta para copiar el modelo actual” (Metot, 2010).  Este hallazgo derivado de la brusquedad por alternativas que permitieran capturar y conservar las perfección de las imagen que se podían observar dentro de la cámara oscura, estructuraron una forma de crear imágenes que revolucionó el panorama del arte; haciendo de este  un hito en la historia de las artes  plásticas y la humanidad, pues esta técnica logra perfeccionarse, hasta tal punto, que permite representar de manera idéntica los hechos del mundo que acaecen.
Este hecho deja la puerta abierta para reflexionar entorno a lo que se define como la aura en la obra de arte, que para teóricos como Walter Benjamín queda quebrantada por la capacidad reproductiva y el frio mecanismo por el cual es obtenida la imagen fotográfica, ¿Pero qué pasa entonces con aquellas experimentaciones que se desarrollan en virtud de los proceso físicos, técnicos, simbólicos y mnemotécnicos que en sierra la imagen fotográfica?
Pasaremos entonces a realizar algunos proceso de reflexión en torno a tres cuestiones la primera, dirigida a pensar la imagen fotográfica como dispositivo para la memoria hipomnésica del ser humana; la segunda en lo que corresponde a la imagen representativa y no representativa desde la técnica fotográfica y el tercero de la condición aurática de la misma.

 1.      LA IMAGEN FOTOGRÁFICA COMO INSTRUMENTO PARA LA MEMORIA HIPOMNÉSICA

Ilustración 2
Jaques-Henri Lartigue 1913


En primera instancia se hace pertinente definir el concepto de memoria y posteriormente pensar esta a la luz de la imagen fotográfica, la memoria entonces es definida como los dispositivos que permiten el almacenamiento de información, hechos o acontecimientos que suceden. Es así como para el pensador  Stiegler existen dos tipos de dispositivos en el ser humano, el primero denominado como  anamnesis  definiendo desde Platón como memoria del ser interior; de la idea que se suscita como recuerdo intrínseco del ser y la otra llamada hipomnésis que se relaciona con la memoria de la exteriorización.
Es entonces si pensamos la imagen fotográfica como la representación del mundo factico, encontraremos en el objeto fotográfico una memoria hipomnésica constituida dentro de los contextos sociales actuales, ya que en ellos se encuentran un conjunto de signos que son transferidos, exteriorizados y transmitidos de forma eficaz y en un lenguaje que puede ser entendido, activando de manera automática la denominada memoria involuntaria del sujeto, lo que permite realizar una lectura de la imagen totalizada en un lenguaje común, y esta puede ser interpretada independientemente de su origen.  
El mismo Barthes en su texto la cámara lucida nos señala que por las formas en que son leídas y apropiadas las imágenes que se encuentran dentro del objeto fotográfico, podríamos decir que son referentes de la memoria de anamnesis del sujeto, ya que la imagen fotográfica siempre va ser vista como el objeto mismo y no como la representación de este.  Esto pensando la imagen representativa desde el papel se le asigna a la fotografía por la su facultad de representar la realidad, siendo en esta hecho donde radica su auge. 
 El proceso de gramatización es la historia técnica de la memoria, en la que la memoria hipomnésica  repentinamente realza la constitución de una tensión anamnésica de la memoria.  Esta tensión anamnésica se exterioriza a sí misma en forma de las obras del espíritu, donde las épocas de la individualización psicosocial se configura sí misma[1]

Es en este punto donde observamos el desplazamiento del estado anamnésica de la memoria de la referencia del mundo por el desarrollo hipomnetico de las imágenes, ya que en esta trayectoria de la memoria del recuerdo que tenemos de este objeto como tal, ya no es la imagen del objeto en fotografiado que se observa sino el objeto mismo. “Sea lo que sea lo que ella ofrece a la vista y sea cual sea la manera empleada, una foto es siempre invisible: No es a ella a quien vemos”[2]. La foto es entonces un simple soporte de la idea, por lo tanto interior de ella lo que hace que sea significativa  o transmisora para el sujeto.
Teniendo claro la cualidad que conserva el objeto fotográfico como dispositivo de la memoria hipomnésica que permite ser dispositivos de almacenamiento de los hechos facticos, pasaremos a reflexionar entorno a la inquietud, en la cual caben esas imágenes fragmentarias, diseccionadas y fantasmagóricas que no son hechos propios de la representación y para las cuales nos preguntaremos si también fusionan como dispositivos para la memoria y tiene una condición aurática.
2.  MEMORIA Y AURA EN LA IMAGEN FOTOGRAFICA

Antes de realizar una reflexión en torno al  concepto de aura en asocio con la memoria que se posa en la imagen fotográfica, intentare definir la idea que se teje detrás de este concepto; podremos entonces entender el aura a través del acercamiento que realizan teóricos como Walter Benjamín, Baudelaire entre otros los cuales define el aura como el valor simbólico que tiene la obra de arte en relación al intercambio de miradas  que suceden entre la obra y espectador. 
Ilustración 3
Bernard Plossu

Desde este punto de vista la imagen tiene una condición mística y divina, desde la producción hasta la exhibición de la misma, miradas que tienen una connotación mítica, simbólica y referencial de los contexto de los cuales deviene la imagen   que la condiciona como elemento de culto.
Es entonces desde la condición aurática asignada la obra de arte o las manifestaciones artísticas es que podemos ubicarla dentro de los dispositivos mnemotécnicos de la memoria hipomnésica de la vida cultural, social, política y religiosa de un grupo social particular. 
Aun que se ha de anotar la negación rotunda que se denota desde Benjamín por asignar a la imagen fotográfica la condición aurática y por el contrario la acusa de acabar con el aura de la imagen misma reproducida por el poder de masificación y popularización que la herramienta reproductiva permite y la frio del aparato mecánico; no podemos desconocer la capacidad imagen fotográfica  como herramienta para construir procesos de identidad, poder y status, características desde las cuales se visualiza la condición aurática de la imagen, su único des fortunio es desvanecer el virtuosismo del artista para la reproducción de la imagen misma. 
Es por ello que podemos pensar la imagen fotográfica con una condición aurática propia, ya que es esta la que permite visualizar elementos de la realidad que no se nos evidentes a la mirada, es en ese intercambio de miradas de la imagen fotográfica que se permite develar, como un aura, espacios de tiempo, espacio y memoria, se permite traer esa lejanía al ahora y al aquí “La fotografía reafirma así su papel de revelar al ojo ordinario realidades supuestamente existentes pero invisibles”[3]
Evidenciado así una relación directa entre la memoria y la condición aurática de los elementos visuales que construyen la imagen fotográfica las cuales pueden ser leídas, totalizadas en un mismo lenguaje, lo cual permiten ser interpretadas in diferente de su origen, es en este punto donde las mnemotecnias de la imagen son más fuertes. Es así como podríamos pensar que el aura confluye dentro del proceso mnemotécnico ofrecido por el mecanismo de la hipomnésis que se abre en la memoria visual en la cual se introduce el sujeto.

3.      DE LA MEMORIA DE LA IMAGEN DE REPRESENTACIÓN A LA MEMORIA DE LA IMAGEN NO REPRESENTATIVA.

La imagen ha cumplido a través historia de la humanidad un papel en torno a la representación de la idea del mundo en cualquiera de los contextos históricos y culturales del sujeto, siendo la herramienta de exteriorización de la memoria visual para la formación mágica, religiosa, cultural, política y social de todos los grupos humanos.
Funcionando la imagen representativa como dispositivo de almacenamiento de la cultura visual para trasladar la memora anamnésica a los sistemas de almacenamiento hipomnésica, es entonces la imagen fotográfica al igual que la pictórica, la grafica, la escultórica entre otras una instrumento que permite por medio de la interpretación del mundo factico la consolidación de una memoria visual. 
Sin embargo a comienzos del siglo XX, y en respuesta a los fenómenos de reproducción de la imagen hay un replanteamiento de la intención de la obra arte. Los artistas de este periodo despiertan un mayor interés por la idea y el hacer creador propio del arte, acción  a la que no fue ajena la fotografía, gracias a la curiosidad de algunos artistas por explorar las herramientas ofrecidas por esta nueva técnica.
Los cuales alejan la producción fotográfica del simple ejercicio representativo y reproductivo convirtiéndolo en un nuevo lenguaje de creación artística, bajo la cual es  posible encontrar características e intenciones de la gestualidad pictórica y la técnica fotográfica que se reúnen entre un punto medio dentro de la creación de la imagen.
Ilustración 4
Toni Schneiders

Tendremos entonces las experiencias de: Carl Stüwe y Juraslav Rössler, que desde su condición de  pintores, vislumbran en la técnica de la fotografía y sus materiales una  nueva herramienta para potencializar  el hacer artístico, permitiendo que la técnica de la fotografía fuese una manera más de producción, reflexión y creación dentro del lenguaje del arte. Expresiones que no se insertan de manera directa en las formas de representación de la realidad tal y como se desarrolla hasta el siglo XX.
 
Cabe preguntarse entonces  ¿Qué tipo de memoria pretende desarrolla cualquier de las imágenes no representativas, que se produce a través del principio del siglo XX y más aun cuales el estado de la memoria en la cual se introduce las imágenes logradas a través de la producción de la fotografía no representativa?
Es así como podemos pensar la imagen como dispositivo de la memoria en dos planos, el primero que está asociado a la imagen mental que se construye desde la memoria de la hipomnésis que se asocian con los proceso culturales, sociales, políticos y religiosos vividos y el segundo que hace referencia a los constructos visuales no representativos que corresponden a los recuerdos por asociación impresos en la memoria anamnésica.
Es así como no se debe limitar la relación que tiene con la imagen sobre el papel fotográfico  no se limita al estado representativo, también las imágenes fotográficas fragmentadas, disueltas,  difusas, deconstruidas y  no representativas; permiten al individuo un acercamiento al recuerdo de algo,  lo traslapa a un espacio, un olor, un color, una sensación, un tiempo. Por ello  la imagen fotográfica denominada abstracta funciona de la misma manera como elemento mnemotécnico para la memoria desde la posición hipomnetica de la misma. 
                Conservando en la traslado de la mirada, del recuerdo, del culto a lo simbólico una condición aurática, ya que permite debelar en cualquier contexto  un recuerdo sin condicionamientos de la imagen referenciada. Solo desde la naturalidad del ser y de su mirada – mirada, desde esa observación cautiva de la sensación misma, en la cual tiempo y espacio se evidencian a partir del juego del movimiento de la imagen fotográfica desde la técnica pura. 
 BIBLIOGRAFIA
·         Stiegler, Bernad. Anamnesis e hiponmensis. Traducido por Jorge Echavarría Carvajal. Universidad nacional, Medellín, julio de 2009
·         Benjamín Walter. La obra de Arte en la Reproductibilidad Técnica. En discursos interrumpidos I. Tauros, Buenos Aires, 1989.
·         Benjamín Walter. Sobre Algunos Temas de Baudellaire.
·         Ramírez, Juan Antonio. El Objeto y el Aura (Des)orden visual del arte Moderno. Ediciones Akala S.A. España, 2009.
·         Melot Michel. Breve Historia de la Imagen. Ediciones Siruela  S.A. Madrid 2010.



[1] Stiegler, Bernad. Anamnesis e hiponmensis. Traducido por Jorge Echavarría Carvajal. Universidad nacional, Medellín, julio de 2009
[2] Barthes, Ronald. La cámara lucida. Ediciones Paidós Ibérica, España. 1997
[3] Ramírez, Juan Antonio. El objeto y el aura (des) orden visual del arte Moderno. Ediciones Akal S.A, Madrid España – 2009.

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