viernes, 8 de abril de 2022

COLECCIONAR, ACUMULAR PARA CREAR

El acto de acumular no implica necesariamente una acción sobre la conciencia de coleccionar, aunque coleccionar si implica un acto de acumular cosas. Acumular entonces en la práctica no responde necesariamente a la conciencia que demanda coleccionar, ya que, coleccionar plantaría un problema asociado a unas formas de relacionamiento profundo con los objetos, además de la carga de conocimiento que ellas tienen como piezas llenas de información en sí mismas. Por el contrario, la acumulación solo implica una relación socio afectiva o de memoria que los objetos traen consigo para el sujeto.  Aunque en ambos casos existe un problema de significación en la implica un sentido de posesión.

La práctica de acumular objetos deviene desde Alejandro Magno y se reactiva a partir del siglo XVI con el gabinete de curiosidades, los cuales tienen como intensión, poseer objetos que pudiesen dar cuenta de la totalidad del mundo. Así, el gabinete pretende representar el mundo a través de los objetos cargados de sentido para poseer a su vez el mundo. 

Ahora bien, Coleccionar puede entenderse como un sistema de organización mental. Donde el coleccionador define los niveles de jerarquía, valoración y la disposición de los objetos. Así lo presenta Benjamin “La actitud del coleccionista respecto a estos (los objetos) se basa en el valor que les otorga a estos dentro de su colección” Por ello encontramos en el texto de Benjamín una narración se puede identificar que la relación con sus libros tenía un significado más profundo que la simple posición de los mismos. A su vez en ausencia del coleccionista la colección pierde sentido. (Benjamín, 1930)

                                          
                                       Johann Georg Hinz (1630-1688)
                                            Nature morte au cabinet de curiosités, 1666. 
                               Brukenthal National Museum, Sibiu / Hermannstadt (Romania)

A diferencia de un simple acumulador un coleccionista vincula el objeto que pose a una “enciclopedia que teje su destino” “Para un auténtico coleccionista, las diferentes procedencias de cada una de sus adquisiciones –siglos, territorios, cuerpos profesionales, propietarios anteriores – se funden todas en una en una enciclopedia maravillosa que teje su destino.”

La actividad de coleccionar en tanto forma de acumular es un acto que demanda un conocimiento, pues el objetivo del coleccionador es poder alcanzar la idea total sobre aquello que colecciona. Hacer una taxonomía de los mismos, nominarlos reafirmando su valor de sentido para el conocimiento puntual que el objeto ofrece. Al en rutar un conjunto de objetos en tanto la posibilidad de crear lazos de conocimiento y rutas que conlleven a la generación de preguntas. El coleccionar tiene un valor para la acción enciclopédica allí en esa posibilidad de crear enlaces con otras cosas y en configurar objetos que contiene un fragmento del mundo.

Acumular con intensión de coleccionar es en sí mismo un acto estético por las relaciones simbólicas que se establecen entre el sujeto y los objetos individualmente y en su conjunto. Aun que considero que coleccionar y acumular no están en el mismo nivel de conciencia creadora, si podemos pensar que demanda un proceso de afección, por ello está vinculado a una experiencia estética. Por lo que, ambos pueden devenir en un proceso creativo o configurar una acción creadora.

Ejemplo de ello es el texto elaborado por Fox Talbot “el libro de la naturaleza” dentro de él no hay directamente una intención de coleccionar, la intención solo se centra en la acumulación de imágenes que sirven para configurar una información. La imagen allí se ubica con una intención de describir los fenómenos, dando validez a la foto como texto visual. Por otro lado, encontramos el texto de Anna Atkin que consiste en el registro de su colección de plantas y en el cual se observa una intención enciclopédica. 

Por último, coleccionar o acumular cosas si bien es un acto que implica cierta psicosis, demanda más un acto de construcción de un acervo que permita dar la idea de una totalidad referente del mundo, a partir de la fragmentación de los objetos.  Totalidad que está determinado por la mirada y no por la totalidad en sí, como tal.  A su vez es un acto estético porque envuelve una acción de sentido y toda acción de sentido demanda una relación de significación de los sujetos y los objetos o el fenómeno y esto es una experiencia estética.

Bibliografía

Benjamín , W. (1930). Desempaco mi biblioteca. Un discurso sobre el coleccionismo. Ensayo. Obtenido de https://roxanarodriguezortiz.files.wordpress.com/2011/04/benjamin-walter-desempacando-mi-biblioteca.pdf

 

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